Olivia, el bosque y las estrellas by Nuria Santiago y Ángel Campos

autor:Nuria Santiago y Ángel Campos [Nuria Santiago y Ángel Campos]
La lengua: spa
Format: epub
editor: SM de Ediciones S. A. de C. V.

CAPÍTULO 7

UN PUEBLO REPLETO DE ESTRELLAS

ESA MAÑANA, D OMINGO y yo despertamos sin tener la menor idea de lo mucho que había cambiado nuestro pueblo mientras dormíamos. Me levanté un poco más tarde de lo normal, salí de mi habitación y fui a la cocina para encontrarme con mi abuela. Frente a mí —como siempre que me quedo en casa de mi abuela— un jugo, un chocolate bien calientito y una concha estaban listos para el desayuno. Domingo y mi abuela ya estaban en la cocina platicando y riendo como todas las mañanas que nos quedamos con ella.

Mi abuela es muy buena. Siempre está cantando y siempre te recibe con una sonrisa. Pareciera que siempre está feliz y que hubiera tenido una vida muy sencilla, pero no es así. En su vida han pasado cosas muy tristes: no conoció nunca a su papá; cuando era muy joven su esposo se murió y ella se quedó con cuatro hijos que cuidar, y aunque mi tío Rubén siempre la ayudaba, tuvo que trabajar mucho toda la vida… Y ahora se le ha perdido su hijo menor. No lo había visto así. Cuánto estará sufriendo mi pobre abuela por no encontrar a su hijito. ¿Lo extrañará tanto como yo? He comenzado a pensar que mi papá no solo es eso: también es el hijo de mi abuela, el esposo de mi mamá, el hermano de mi tío Rubén y el tío favorito de mi primo Domingo. Esa mañana vi a mi abuela no solo como mi abuela, sino que pude ver a una persona que sufre lo mismo que yo y que, a pesar de eso, demuestra que lo más importante para ella es cuidarme a mí y a mi primo.

La vi tan viejita, con sus trenzas casi blancas por completo, tan sonriente y tan llena de amor que corrí a abrazarla. Le di muchos besos y le dije, tal como hago cada vez que me acuerdo:

—Abuela, yo te quiero hasta más allá del sol.

—Y yo a ti, Olivia, te quiero hasta que se apague el sol.

Me senté a su lado y me comí mi concha mientras escuchaba lo que conversaba con Domingo. Mi abuela cuenta las mejores historias. Me gusta mucho cuando nos cuenta sobre el bosque. Algunas de las historias que nos cuenta se las contó a ella su abuela cuando era niña. Su abuela le platicaba sobre las mariposas que vemos en noviembre. Decía que son las almas de los muertos que nos visitan,

También me enseñó a diferenciar las plantas del bosque y me explicó cómo cortarlas: solo tomar lo necesario, pedirle permiso a la planta para tomar un pedacito de ella, contarle para qué vas a utilizarla y por último darle las gracias. En el bosque puedes encontrar todo lo que necesitas para curarte. Algunas veces Domingo y yo acompañábamos a mi abuela y a mi papá a buscar plantas.

La última vez que subimos todos juntos al bosque encontramos un armadillo muy lastimado. Su cuerpo estaba quemado. Mi papá trató de aliviarlo, pero no pudo.

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